Abstract
La persona humana ha sido definida de muchas maneras a lo largo de la historia. Con el paso del tiempo, la reflexión filosófica, teológica, psicológica, antropológica, sociológica, histórica, etc, ha hecho grandes aportes a la comprensión de la persona humana y aportado otras definiciones. Nos hemos enfocado en las reflexiones que ha hecho el personalismo que sostiene que la persona humana es el centro y punto de partida de toda reflexión. De todas sus características, la persona humana es ante todo un ser para el encuentro y el primer encuentro de su existencia es la relación filial. No obstante lo evidente que resulta el ser hijos, no vivimos como tales o al menos no parece que lo entendamos así. . Es por eso que hemos qurido sacar a la luz algunas claves que sirvan a hombres y mujeres del mundo actual para comprender el valor de la dimensión filial de la persona humana y qué puede estar impidiendo vivirla o aceptarla en la propia vida; esperando que a partir de esta reflexión se pueda ayudar a reconocer la riqueza del ser hijos, y de esta manera, se tiendan puentes para facilitar la comprensión y la apertura a la fe cristiana que entiende a todo ser humano como hijo de Dios.